# Sección 2 - Addenda

# Del Bautismo al Ministerio: Explorar un Potencial Interludio de 52 Días

He sugerido que el ministerio público de Jesús comenzó 52 días después de su bautismo por Juan el Bautista en el río Jordán. ¿Existe alguna evidencia circunstancial que respalde esta noción?

La Escritura y los 40 días en el desierto: El registro bíblico establece que Jesús estuvo en el desierto durante 40 días entre su bautismo y el comienzo de su ministerio público. Sin embargo, las Escrituras no mencionan la duración del viaje de Jesús desde el río Jordán hasta el desierto, ni el tiempo su regreso.

Consideraciones sobre el tiempo de viaje: La declaración de Jesús a sus discípulos cerca de la cabecera del Jordán de que algunos de ellos presenciarían la llegada del Reino de Dios con poder, seguida seis días después por la transfiguración en un desierto remoto, sugiere un tiempo de viaje similar después de su bautismo. Suponiendo doce días de viaje de ida y vuelta (seis de ida y seis de vuelta al desierto) y 40 días allí, llegamos a un total potencial de 52 días.

Restricciones de viaje: La ley judía restringía las distancias de viaje en sábado. Teniendo en cuenta esto, si los viajes de Jesús duraron varios días, es probable que comenzaran y terminaran en sábado. Asumiendo que el inicio de su ministerio fue en Hesván/Bul el 18, el día anterior (un sábado) se alinearía con su regreso. Si aplicamos un cálculo inverso de 52 días, llegamos a Elul 26, 29 C.E. como la fecha potencial del bautismo, con el día siguiente (otro sábado) marcando el inicio del viaje al desierto.

Simetría en los cálculos de fechas: Utilizando dos periodos superpuestos de 1288 días, escalonados por 52 días, llegamos a las fechas calculadas de Elul 26 (29 C.E.) para el bautismo de Jesús y de Hesván/Bul 18 (29 C.E.) para el inicio del ministerio de este. Ambos períodos culminan en eventos significativos: Pascua y Pentecostés en el año 33 C.E.

Curiosamente, Hechos 1:3 menciona que Jesús apareció por "cuarenta días" dentro del intervalo de 52 días entre la Pascua y Pentecostés en el año 33 de nuestra era. Esto crea un curioso paralelismo entre ambos períodos de 52 días, en 29 C.E. y 33 C.E., con un "cuarenta días" no especificado dentro de un plazo específico de 52 días.

Observaciones complementarias: La recurrencia de periodos de 40 días en la vida de Jesús es digna de mención. También aparece en el periodo entre su nacimiento y su presentación en el Templo, tal como exigía la Ley mosaica.↩︎